martes, 17 de abril de 2012

Pensión de mala muerte


Por: Anahí Médez Hernández
No has vivido 
hasta no haber estado en una 
pensión de mala muerte 
con nada más que una 
bombilla 
y 56 hombres 
apretujados 
en catres 
y todo el mundo 
roncando 
a la vez 
y algunos de esos 
ronquidos 
tan 
profundos y 
tan bastos e 
increíbles... 
oscuros 
carrasposos 
infrahumanos 
resolglantes 
del mismísimo 
infierno. 

parece como si 
se te partiera la cabeza 
entre esos 
sonidos 
de muerte. 

y los 
olores entremezclándose: 
calcetines sucios y 
rígidos y 
calzoncillos 
con orines y 
excremento 

y por encima de todo eso 
un aire que 
circula lentamente 
muy parecido 
al que emana de los 
cubos 
de basura 
destapados. 

y esos 
cuerpos 
en la oscuridad 

gordos y 
flacos 
y 
encorvados 

unos 
sin piernas 
sin brazos 

otros 
sin cerebro 

y lo peor de 
todo: 
la total 
ausencia de 
esperanza 

les 
envuelve 
les cubre 
totalmente. 

no se puede 
soportar. 

te 
levantas 

sales 

caminas por 
las calles 
subes y 
bajas 
aceras 

pasas edificios 

doblas la 
esquina 

y vuelves 
a subir 
la misma 
calle 

pensando 

todos esos hombres 
fueron 
niños 
una vez 

¿qué 
les 
ha pasado? 

¿y qué me 
ha pasado 
a 
mí? 

está oscuro 
y hace frío 
ahí 
fuera.
Charles Bukowski

1 comentario:

  1. Charles Bukowski es uno de mis escritores y poetas favoritos, ya que plasma la realidad con una crudeza. Es el caso de este poema “Pensión de mala muerte” en que narra la vida de las personas olvidadas en las pensiones, como es su modo de vida de letargo, donde los sueños se han olvidado o han quedado en recueros. Esta es otra frase:
    "Me parece que la vida está totalmente desprovista de interés, y esto sucedía especialmente cuando trabajaba ocho horas por día. La mayor parte de los hombres trabajaban ocho horas al día, y tampoco ellos amaban la vida. No hay ninguna razón para amar la vida para alguien que trabaja ocho horas al día, porque es un derrotado." C.B.
    Jessica

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