miércoles, 13 de junio de 2012


LAURA ACOSTA


Yo respeto las religiones, y las formas de expresión y de pensamiento de las demás culturas. Pero yo, no me imagino, nadando con todo esa vestimenta, no lo entiendo, necesitaría otros lentes, u otros binoculares para entender esta acción.
 Y no estoy hablando de posturas ideológicas o de formas de ver y enfrentarse a la vida, porque no conozco esta religión, ni conozco sus tradiciones, ritos o costumbres, únicamente estoy hablando, de que la vestimenta no me parece la más adecuada, ni la más cómoda para que una mujer nade con esta indumentaria, me parece hasta un poco peligrosa, puesto que tanta tela puede imposibilitar el fácil movimiento del cuerpo para reaccionar ante la densidad de el agua y desde este punto de vista,  donde puedo discutir, me parece un trato desigual para la mujer que nade en estas condiciones.

jueves, 7 de junio de 2012


En la búsqueda  de un espacio que me ofreciera otra mirada, otra perspectiva de la desigualdad, exclusión, marginación y demás padecimientos que actualmente enfrentamos como especie humana, encontré este sitio, el cual ofrece textos escritos por expertos en sociología, economía, política, cultura, etc. De manera que lo considere importante y de calidad para compartirlo con mis compañeros y personas que visiten nuestro blogger. http://alterglobalizacion.wordpress.com/

Saludos. Dulce Justo.

Desigualdad
El incierto destino ya no quiero ver,
Para que revelar a mis ojos la sed del mundo;
Son los pasos indiferentes del poder,
De los que se reparten tu aliento.

El hambre que duele, ya no quiero ver,
Miro sobre sus encorvadas espaldas cargar
El pan que arrancan del polvo y la tormenta
Y tan insuficiente que al repartir, ¡es nada!

El llanto que quebranta el alma, ya no quiero ver,
Sé que son las lágrimas del estómago del niño;
De los esfuerzos que tienen poco precio al vender,
Cuando la avaricia come carne con el mejor vino.

Quiero cerrar mis ojos, puertas del dolor,
Pues mis brazos son inútiles ante el hambre;
Golpear el rostro de la avaricia, con furia quiero 
Y que al derramar su sangre, nos de igualdad.


DESIGUALDAD SOCIAL
En el mundo de extensa periferia,
se perciben ruindades y destrozos,
con la anuencia de aquellos poderosos
que permiten el hambre y la miseria.

Y se siente ese mal en cada arteria,
porque viene de fieros y alevosos
gobernantes, que alientan presurosos
los despojos sangrientos y la histeria.

La igualdad de los seres es precaria
y seguimos atados a cadenas 
del imperio de garra temeraria.

Ojalá que esas tétricas escenas,
que nos muestran las lágrimas del paria,
se terminen y existan cosas buenas.

Dulce Justo Morales

Escrito por: Dulce Justo Morales.
Reflexión del texto de Clara Jusidman.
Desigualdad y política social en México.
Después de leer a la autora Clara Jusidman tengo una panorámica mucho mas especifica de la realidad que vive mi país,  del antes al ahora no hay mucha diferencia. A cuatro años de haberse publicado este artículo, la realidad sigue siendo igual o quizás un tanto peor.
Darse cuenta que los programas sociales que el gobierno “subsidia y/o promueve” son una mera metodología de dar atole con el dedo a la población, porque dichos programas sociales no tienen continuidad y son trasladados a empresas privadas o asociaciones civiles que solo lucran con la necesidad de la gente.
En México no existe una universalidad de los derechos sociales.
México es una plataforma enorme de desigualdad y exclusión ya que la acumulación de bienes y recursos esta oligopolizada por grupos pequeños y cercanos al poder, este fenómeno aumento en la década de los ochenta. También se puede observar que la evasión de ingresos de las grandes empresas, el incremento de las actividades ilegales y criminales propicia la subestimación de los ingresos reales de los estratos más ricos.
Algo que es en verdad insultante es el ingreso mensual por concepto de sueldo de un magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial, mismo que puede ascender a $450,00.00, que además se ajusta a la alza anualmente, sin contemplar los gastos de viáticos y prestaciones que el puesto le otorga, mientras que el salario de un trabajador es de $2,000.00 y no está a la alza.
Por eso es entendible que en las familias mexicanas se haya integrado al campo laboral a mujeres (que ya no están en casa al cuidado de los hijos),  jóvenes e incluso niños (que demuestran el bajo rendimiento académico y la falta de atención  de los padres), no con la finalidad de aumentar su nivel de vida sino para mínimo mantener el nivel que tienen.
Con esto se explica porque en las estadísticas y encuestas del Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) presentan la reducción de la pobreza alimentaria y aumento en el ingreso familiar.
Sin duda la desigualdad en México no se reduce a la distribución del ingreso, sino también a la discriminación de género, etnia, raza y lugar de residencia, un ejemplo de ello es el salario  menor y mal retribuido que percibe un indígena en actividades agropecuarios y de construcción, sin acceso a servicios de salud, educación y agua potable, así también podemos referir la desparedad de los salarios mininos es decir un trabajador urbano gana mas que un trabajador rural.
Altos ingresos ® población blanca (españoles, europeos, estadounidenses)
Ingresos medios® población blanca- mestiza
Ingresos bajos ® población indígena.

En otras palabras la desigualdad en México se tarata de “la combinación de  orígenes étnicos y raciales, con niveles de riqueza y capital social acumulados y de educación e  inserción ocupacional diferidos, que además se retroalimentan. Esto tiende a perpetuar la pertenencia a cada clase, así como la distancia social, cultural y económica entre ellas. Por eso, una parte importante de la desigual distribución del ingreso en México se explica por discriminación étnica, racial y de género; es decir un arraigo de tipo cultural que, a su vez, determina las oportunidades de los diferentes grupos de la población para acumular riqueza.”
(Jusidman, Clara, art. 2006, p. 199).

Por otra parte los diversos cambios de estrategias económicas y la poca efectividad de los programas sociales que buscaban ser un mercado formal generador de empleos asalariados, dejan entrever que se tuvo y se tiene una economía de mercado fallida.
La incorporación de programas sociales que apoyaran a la población comenzó en la década de 1940, con un estado de bienestar, el cual trataba de incorporar al trabajador a la seguridad social y protección laboral por medio del empleo formal, estableciendo la universalidad de gratuidad, laicidad y obligatoriedad de educación primaria, siendo la educación el único factor que alcanzara el derecho universal pero dejando un rezago en la manutención de la tasa de transferencia de trabajadores rurales a trabajadores con actividades urbano más productivas.
Así es como entonces se inicia el sector informal urbano, con actividades por cuenta propia y por micronegocios que funcionan al margen der sector regulado, siendo esta actividad informal la que aliviara la necesidad de empleo que no solo era de la población desplazada del campo sino también de las nuevas generación  de jóvenes nacidos  en las ciudades urbanas,  factor que hasta el día de hoy persiste. 





ENTRE EL DISCURSO Y LAS CIFRAS, LA REALIDAD SE IMPONE

LAURA V. ACOSTA MTZ.


En este artículo el presidente Felipe Calderón, se pavonea con el número de empleos que generó en el primer mes del 2012, según sus estadísticas creo 51 mil empleos, sin detallar el tipo de empleos, la duración, ni las condiciones de trabajo.
El autor de esta columna resume con número, el grado de desigualdad y exclusión laboral. Aproximadamente hay 50 millones de personas económicamente activos, según estadísticas, de este dato el 63 por ciento vive en la precariedad laboral, o sea, más de la mitad de la población activa, el presidente alardea con su gran hazaña, siendo que no lleva un mes ni 12 meses, si, no 62 meses de gobierno, y el número de empleos generados ha decaído año, con año.
En la campaña que llevo a cabo, con la que se presentó para ser presidente de México, uno de sus eslogan mas fuerte era “El Presidente del Trabajo”, ¿el presidente del trabajo de que o de quien? Porque lo que refleja el artículo es que ni generó suficiente empleo para cubrir la demanda, y ni se le ve interés de generarlos y lo poco que generó es de dudosas condiciones.
Aparecen aquí datos oficiales, sin contar a los que ya se salieron de los marcos estadístico, que de seguro son muchos más, tampoco estamos viendo el perfil de empleados, ni nada de eso y aun con todo, el dato es alarmante.

miércoles, 6 de junio de 2012

Para mi esta canción tiene una significancia fáctica de la vida humana.
Refiere varios aspectos emocionales, sociales y culturales en el ser humano. http://www.youtube.com/watch?v=Rpy2b1DNAJM
Saludos. Dulce Justo.

¿En qué consisten las teorías individualistas sobre la desigualdad? ¿Cuáles son sus límites?



El texto de Reygadas nos muestra otra forma de ver la desigualdad desde diferentes perspectivas sociales, donde la desigualdad no solo se hace presente en cuestiones económicas, sino que va más allá tanto en aspectos individuales como en el mundo relacional donde se desarrolla el individuo y crea su realidad estableciendo normas de convivencia.

Entrando al plano individual, la desigualdad se hace presente en el contexto social en el que se desarrolla el individuo. Hay dos aspectos que influyen, el primero son las causas externas donde se ven aspectos como el dinero, la herramienta o los utensilios, y las causas internas que hace referencia a las capacidades individuales como el conocimiento, la creatividad, etc. Pero la desigualdad no se combate atribuyendo a una persona con bienes externos o internos, ya que para poder acceder a las riquezas sociales es necesario tomar en cuanta otros aspectos que reproducen la desigualdad, como el capital cultural, el habitus, el campo, le etnia, el entorno comunitario, etc.

Pierre Bourdieu menciona que el capital cultural muestra:

“la trascendencia de los aspectos simbólicos en la construcción de las diferencias de clase. El capital cultural puede ser material u objetivo… pero también puede ser subjetivo, adquirido por los individuos a lo largo de mucho años de socialización e incorporado en sus esquemas de percepción y pensamiento.” (Reygadas: 2004)

De modo que nos habla de aspectos simbólicos que son los que se adquieren a través de la sociabilización y que estos a la vez marcan una distinción. Un ejemplo puede ser una sociedad donde lo correcto es terminar una carrera universitaria, trabajar, tener un hogar, un carro, una familia, con cierto status y un buen nivel económico, etc. El status juaga un papel muy importante dentro del entorno relacional de los individuas y este construye niveles de criterios de lo que esta bien visto y lo que no.

Pero quienes están fueras de ese marco valorativo, como los homosexuales, los indígenas, los vendedores ambulantes, las madres solteras, los indigentes, entre muchos mas, son victimas de discriminación y no hay peor discriminación que la de la estigmatización, Erwing Goffman menciona que los estigmas “marcan de manera profunda a quienes los sufren y definen el tipo especial de relaciones que se debe establecer con ellos.”

De este modo la desigualdad no se da de modo individual sino social, “donde los atributos individuales tienen su origen social, de modo que las capacidades personales de cada individuo aunque tengan elementos genéticos, son el resultado del mundo relacionan donde se desarrolla, en el entorno comunitario donde se da la relación entre sujetos, y estas capacidades individuales a la vez son sociales, ya que estas están sujetas a una valorización que proviene dentro del colectivo y mas profundamente del capital simbólico.

“un enfoque individualista de la desigualdad es útil para determinar los resultados diferenciales que obtienen los agentes, haciendo abstracción del contexto social y de las relaciones sociales. Pero tendría fuste limitaciones para considerar los factores metaindividuales.” (Reygadas: 2004)

De este modo las teorías individualistas de la desigualdad muestran que los individuos tienen diferentes habilidades o capacidades, pero estas teorías no explican como se originan las diferencias que relación tiene con el medio social en el que se desarrolla el individuo.

Otro punto importante que debemos comprender es la estructura social en la que se desarrolla el individuo, ya que la desigualdad se hace presente en las relaciones humanas. Bourdieu menciona:

“que las desigualdades están  relacionadas con los habitus de clase, es decir, con los esquemas de disposiciones duraderas que gobiernan las practicas y los gustos de los diferentes grupos sociales, que resultan en sistemas de enclasamiento, que ubican a los individuos en una posición social determinada no sólo por su dinero, sino también por su capital simbólico.”   (Reygadas: 2004)

Es así,  que el habitus hace referencia al comportamiento del individuo y este le otorga un lugar en la sociedad y de como debe de ser tratado. Tal vez el ejemplo mas claro sea el de genero, ya que existe una distinción en como debe ser tratado un hombre y una mujer. Hay toda una estructura simbólica entorno al sujeto, de modo que el habitus establece la conducta, la manera de comportase o de actuar entre los sujetos o los grupos sociales.

Otro concepto que nos da Bourdieu es el de campo, el cual nos  ayuda a entender que la interacción de los agentes se produce en espacios sociales que siguen determinadas reglas, de acuerdo con las cuales los poseedores del capital cultural legítimo reciben los mayores beneficios que se producen en ese campo.” En el campo se desarrolla la estructura social determinada que donde la valorización del sujeto esta determinadas culturalmente.

Otra forma de reproducir la desigualdad es por parte de las instituciones como el ceno de la familia donde se adquieren los valores, dependiendo en que grupo social se desarrolle ésta, creando categorías que clasifican a las personas. Este tipo de categorías proponen un enfoque relacional de la desigualdad que se lleva acabo dentro de los grupos sociales.

 De este modo, para combatir a la desigualdad no basta no basta con combatir las diferencias y la discriminación, es necesario cambiar de fondo la estructura de las instituciones que organizan los flujos de recursos, cargas y recompensas que predominan en la interacción social.

Algunas de las estrategias políticas- simbólicas que intervienen en la construcción de la desigualdad hablando entorno a las interacciones sociales. En primero están todas las características positivas que e otorgan en el grupo social y que son aceptadas. Aquí mismo entran todas aquellas operaciones que presentan los privilegios que se poseen como resultado de designios divinos o de la posesión de rasgos especiales.

Por otro lado están las características negativas que se les atribuye a los otros grupos como la estigmatización, satanización, señalamiento de impureza, exclusión, rebajamiento e infravaloración de lo ajeno o extraño. Todas esta legitiman el status inferior de los otros por la posesión de rasgos físicos, sociales o culturales poco adecuados o de menor valor.

Así, el trabajo de construcción y de reproducción de los límites simbólicos crea situaciones de inclusión y exclusión social y sostiene los límites materiales, económicos y políticos que separan a los grupos. Este tipo de recursos simbólicos que presentan los intereses particulares de un grupo como si fueran universales, es decir, cuya satisfacción redunda en el beneficio de toda la sociedad o de todo el grupo social. De modo, que entran también todos los discursos que naturalizan la desigualdad o la consideran inevitable o normal.

Hay tres características de esas fronteras que son cruciales para la desigualdad: el grado de impermeabilidad, el grado de bilateralidad y el tipo de flujo que permiten. Las fronteras sociales pueden ser por lo regular impermeables, pueden permitir que pasen por ellas muchas cosas o pocas. Un grupo puede hacerse más permeable en determinadas fronteras para tener un mejor acceso a los recursos de otros que si los tienen. El nivel de bilateralidad de una frontera, es saber si permite el flujo de recursos en los sentidos o sólo en uno de ellos.

Las interacciones dentro de los campos sociales inciden sobre la desigualdad. Las practicas individuales se entrelazan con las reglas, con los dispositivos de poder, los procesos culturales y todos los demás entramados institucionales que organizan esos espacios.

Bibliografía

Reygadas. Luis (2004). Las redes de la desigualdad: un enfoque multidimensional. Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco. Distrito Federal. México.
Jessica