lunes, 4 de junio de 2012

Volver a vivir con dignidad

Un día  al  realizar  un viaje  cerca de  Rayón, a  algunas   horas  de  Cuetzalan  estado de  Puebla. En  una visita familiar de  la  cual  para  poder  realizarla     caminamos  más  de  dos  horas  y  media bajo el  rayo del sol, el desconocimiento de  la  distancia que   recorreríamos  para  poder  llagar a  nuestro  destino, la  desesperación se  apodero  de  nosotros. Una   razón muy  justa  del  porqué, atravesamos  algunos  terrenos sembrados   con   maíz,  otros   con café, arboles de  pimienta y otros  frutos.

Un factor  divertido,  cruzamos  un riachuelo   y  seguimos   con la pequeña  vereda que  conducía  a  nuestro  destino.    Una  serie de   paisajes   tan  maravillosos  que se  presentaban  frente  a nuestros   ojos,   los que   están  tan  acostumbrados a  ver   una  espesa  nata  de  contaminación  en   cielo. La  serie  de  paisajes   que  pudimos  observar   por  la   noche  y por el  día maravillosos como  los es  el  canto de  los   grillos,  los  destellos de  las   luciérnagas, el  saludo  de  los   vecinos  un gran placer  a pesar  de  no conocer al  grupo  de  extraños.  Todo un contraste   con lo que se   vive en  el   lugar en  donde   uno  reside.

La  costumbre por  ser  residentes del   Distrito  Federal es  ver  por  las mañanas un cielo  gris,  con   una   gran cantidad de carros, exceso de ruido, enajenación,  multitudes que corren, avientan,   golpean, se molestan por  los  olores  que se  combinan   en  el   transporte.   El  transporte  público es  irritante, con un ambiento  muy  grotesco,  brusco en    momentos desesperantes en  el  que se  buscas  una salida.

la  mejor  salida (que es  la  peor)  para  este  problema  de  a  la cual   nos  enfrentamos  "los chilangos"  y todos  los  que  nos    movemos  en este  Distrito  Federal,  es  la  evasión, el estrés,  el  mal  humor, las  ofensas    del  que esta  junto a  uno;  el  respeto es una  cosa  que se  a  perdido. El  Distrito  Federal  es  una  selva en  donde  los  animales  somos  nosotros los  habitantes,  no  aquellos   los  que tienen   cuatro patas,  plumas,  alas,  cuernos, garras;  no son aquellos  a  los  que  enjaulamos,  a los  que  amarramos,  tenemos en peceras, no  no  nada de  eso. los  verdaderos animales  somos    aquellas  personas  que  se  nos  hace  fácil  tirar  la  basura  en   las  calles, los  verdaderos inconscientes que  desperdician  tantísima  agua.   Todas  aquellas personas  que  denigran,  humillan, discriminan,  las  personas" homofóbicos". todos  estos  son   los  verdaderos animales  a  los que  no   podemos poner en  una  jaula con  su rueda  para  que se  entregan  o   en  una pecera para  en donde al pasar  digamos "!que bonito!,   ya esta   muy  grande"  y  muchos  más  halagos. No  obstante  hacemos   una  u otra  cosa a  fin de  cuentas   somos  ANIMALES.

Unos  animales   que  están   luchando por  sobrevivir  en  un  mundo de  desigualdad, opresión, humillación,  discriminación, intolerancia, competencias, individualismo,  buscando una  democracia   e  igualdad para  niños y  niñas,   hombres  y  mujeres,  niños, adolecentes y ancianos, indígenas,  homosexuales,  bisexuales, heterosexuales.  Es   una   lucha  por   VOLVER A  VIVIR CON DIGNIDAD.  




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