¿De donde venimos?
, ¿A dónde vamos? Estas preguntas surgen del método teatral de Konstantine
Stanislavsky, él las aplica para encontrar el sentido y carácter del personaje, de la obra a montar. Pero creo
que aplicarlas a nuestra vida, como
sujetos en este país, nos ayudaría a entender de donde provenimos, es decir el origen de nuestras familias, el porque de
sus oficios y saberes, el porque de
donde vivimos y sobre todo el como nos
organizamos.
Entenderlo no
permitirá también entender nuestro alrededor y sensibilizarnos ante el.
Por ejemplo mi abuela es de Mazatlán, Sinaloa y cuando
migro al Distrito Federal, ubicándose en una vecindad del Centro Histórico
junto con mi abuelo, desde siempre lucharon por conseguir trabajos que les
ayudaran a mantener a su familia, la cual estaba integrada por 5 mujeres (
entre ellas mi madre) 1 varón, y ellos dos. Mi abuelo trabajaba de caminero (los que se dedicaban abrir
caminos para carreteras) y toda su vida se dedico a eso; pero mi abuela siempre
estuvo y esta buscándole por todas partes. Vendiendo tamalitos, chocolates,
chilorio, bebidas mazatlecas, chiles en nogada, haciendo bisutería, antes
cuando el cuerpo se lo permitía salía a las
calles y ahí lo vendía, pero cuando sus hijas empezaron a generar su
propia economía comenzaron a ayudarle,
pero ella no lo dejo de trabajar y comenzó a ir al ISSTE, a la caja preventiva, al INSEN y con algunos clientes que había hecho.Esto le permito a
mi abuela Paula irse generando una economía propia, no fue fácil, pues nunca
estuvo afiliada a ningún sindicato que la protegiera, a alguna institución de salud que la ayudara
con los gastos médicos de la familia (esto ya, hasta que algún familiar la
afilio). Ella, solo estudio la primaria
y cuando llego al DF, no conocía a nadie.
El texto sobre el
cual apoyare mis reflexiones será “Como
sobreviven los Marginados de Larissa Lomnitz”
la cual realizo un estudio en una barriada de la Ciudad de México, alrededor de
dos años y este habla de
quienes son los marginados, su conceptualización, sus diversos orígenes,
como son vistos y como se organizan. Al respecto sobre
la migración y los oficios que se adquieren
al vivir en un panorama como este, ella nos dice:
“Al profundizar el
estudio de este sistema de parentescos, descubrimos que los núcleos de paisanos
y parientes avecindados en la barriada, gravitaban hacia ocupaciones similares
y a veces idénticas. Todas estas ocupaciones son consideradas como marginadas
desde el punto de vista de la economía urbana industrial. Típicamente, se trata
de ocupaciones manuales no calificadas y
devaluadas por el mercado laboral urbano; existen también artesanías especializadas, tanto de tipo
tradicional (carpinteros, herreros, pulidores de lápidas), como moderno (colocadores
de alfombras). El denominador común de todas estas ocupaciones es la falta de
seguridad social y económica.
“Este movimiento
migratorio ha sido causado por una combinación de factores que incluyen la
explosión demográfica en el campo, el agotamiento de las tierras, el bajo rendimiento asociado a la escasa tecnología, la falta de
nuevas inversiones en el campo y el incremento en la atracción de la ciudad, resultante de la concentración
de la administración, salud, educación, entretención y la proliferación de las vías
de comunicación entre el campo y la ciudad”
Esta es mi abuelita Paula Espinoza quien a sus
85 años sigue generando su propia
economía, con sus propios recursos (sus manos, su ingenio y su sazón) y sigue
construyendo familia ante la adversidad.
Para ejemplificar el capitulo 9 del texto, me gustaría hablar
del temblor del 19 de septiembre de 1985. Mi abuela Paula y mi tía Coco (33
años), vivían en esta vecindad del Centro Histórico, cuando sucedió el temblor
la mitad de la vecindad se cayó, por azahares y buena suerte del destino nadie
de la vecindad murió, pero la construcción era inhabitable, por lo que se
organizaron todos y todas la que ahí vivían
trabajaron de forma colectiva con l@s vecinos de la Calle de San Jerónimo
y en general con los habitantes del centro que habían perdido sus viviendas,
se improvisaron viviendas, comitivas que fueran a las instancias
correspondiente a exigir nuevas viviendas,
brigadas de información, pintas, así como un comité cultural que hizo enlaces con los otros campamentos y llevó
música, teatro y talleres a las poblaciones. De esta forma de organización se creo la Unión de
Vecinos y Damnificados-Uvyd, la cual sigue
trabajando en la colonia Roma (colonia que salio muy afectada por el temblor). De este
trágico acontecimiento, la relación entre los vecinos de se fortaleció,
ya que todos trabajaron por un bien en común, la construcción de sus vivienda y
una vecindad en común San jerónimo 27. En este proceso se tendieron lazos de reciprocidad
y confianza, los cuales a la fecha se siguen fortaleciendo, pues ya habemos
varias generaciones de hijas, nietos y bisnietas que compartimos esta forma de
vida entre los miembros de la vecindad.
“Hay reciprocidad cuando un trabajo es
compartido de acuerdo a las reglas definidas de distribución, como cuando se
trabaja por turno. También hay reciprocidad cuando se intercambian valores
equivalentes de acuerdo a las necesidades momentáneas de cada socio. Mientras
mayor sea la cercanía social entre los miembros de una comunidad mayor será la
tendencia a desarrollar intercambios recíprocos”
La primera foto es del 1983 en la vecindad de
San jerónimo 27 y la segunda foto fue de Diciembre del 2011, durante un bazar
que realizamos cada año, para sacar una economía extra para toda la
comunidad de pintores, cantautores, joyeros, fotógrafos etc. , así como la o/
el que se apunte entrarle al trabajo colectivo.
Argelia Ek Ballesté Viveros
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